Mutriku firmó su esperado regreso al rugby tras tres décadas sin equipo sénior. El duelo frente a Txingudi sirvió para estrenar una nueva etapa que combina tradición, cantera y el empuje de una afición que no faltó a la cita.
En lo deportivo, el partido se decantó del lado visitante (22–34), pero el resultado quedó en segundo plano ante el significado del día: volver a vestir los colores, volver a competir y volver a escucharlos desde la grada. El encuentro dejó fases de buen juego de los locales, que se mantuvieron dentro del partido y mostraron carácter en defensa y ambición con balón.
Este es solo el primer paso de un proyecto que busca consolidarse, fortalecer el trabajo de base y convertirse en un punto de encuentro para el rugby en la comarca. Con el impulso de jugadoras y jugadores, cuerpo técnico, familias y voluntariado, Mutriku mira ya a los próximos compromisos con la confianza de quien ha vuelto para quedarse.
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Mutriku 22 — 34 Txingudi